Autoboicot

Tal vez todo sea cuestión de perspectiva. En que punto de la vida nos paramos y miramos a nuestro alrededor. En que momentos encontramos que nos vamos a fallar. No creo que sea consciente, sino, mucho más fuerte que nosotros.

Vivimos con cierta presión constante por hacer las cosas "bien", como si nunca alcanzara o no fuera suficiente. La autoexigencia es algo más cotidiano en estos tiempos. Todos tememos ser reemplazados en algún aspecto de nuestras vidas porque creemos que hay alguien mejor que uno, porque nunca estamos conformes.

Esto tiene que ver un poco con el avance de la tecnología, ese miedo se puede tener cuando los empleados son reemplazados por maquinas, por alguien con un título superior o ya sea con mayor trayectoria y experiencia. Creo que ese miedo es un tanto inevitable, pero, ¿se puede vivir con esa presión?.

La realidad es que hay que trabajar en nosotros mismos todos los días para no caer en la carencia de creernos inferiores a otros.

No se trata de ser mejor que otros, se trata de ser mejores con nosotros mismos. Somos nuestra propia competencia, debemos mejorarnos todos los días como un trabajo de construcción constante, de mejora constante.

Por eso cuando registramos esos momentos de autoboicot debemos recordarnos con paciencia y amor todo lo que luchamos por conseguir el lugar en donde estamos. O todo el esfuerzo que estamos creando para estar donde más nos gustaría.

El otro no es competencia, es un par, de todos aprendemos cosas y ese es el desafío más importante que tenemos.